Me gusta pensar
que fue la poesía
lo que te trajo a mi,
porque te conocí
rodeada de canciones...
y casualidad.
Debo reconocer
que al principio no te vi,
es cierto que tardé unos diez segundos.
Y pensé
que "no podía ser él",
que iba a escribir en la página equivocada.
Pero me centré en ti,
olvidé mi alrededor,
la métrica del amor,
y comprendí
que un poema no cambia
por diez u once versos.
Pero sí por unos besos.