miércoles, 30 de marzo de 2016

Un sintítulo de un sinsentido




Cuando se apagan las luces, 
llega la noche 
y me quedo a solas con mis pensamientos, 
yo misma me boikoteo 
el alma, 
el corazón 
y la felicidad.

No eres tú el que viene a mi cama a oscuras, 
te traigo yo sola.

Y finjo que me abrazas, como nunca hiciste. 
Tengo una gran capacidad inventiva, 
porque me besas, 
me cubres, 
me deseas…
me quieres.

Y no ha salido mal ni ha pasado el tiempo. 
Todo está bien y sigue igual de maravillosamente 
que como en mi cabeza iba a suceder.

Estoy loca, y tengo miedo de que lo descubran.
Justifico mis desvaríos con la poesía, 
con la lírica de la narrativa enmascaro mi vacío.
Maquillo de letras escritas mis lágrimas invisibles, 
y construyo con hilo de aire mi rasgado cuerpo
para que parezca que sigue hacia delante caminando por sí solo.
Todo mentiras, todo apariencias.

Dicen que la vida es eso que pasa mientras planeas cosas, 
o lo que pasa mientras esperas a que sucedan. 
Yo digo que la vida se me pasa esperando a que lleguen los breves y separados instantes contigo, en los que realmente me siento viva, en los que de verdad siento que estoy viviendo.

Y mientras invento, 
dibujo a lápiz mi camino para poder borrarlo enseguida si tu tinta inunda mi papel, 
pero mis hojas quedaron en blanco.

No es que parase mi tren por esperar a que tú lo cogerías, 
es que construí una vía entera nueva 
para que los carriles llegasen a tu estación.





Y de nuevo, nadie se subió.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Once versos

Me gusta pensar
que fue la poesía
lo que te trajo a mi,
porque te conocí
rodeada de canciones...                             
                                                          y casualidad.

Debo reconocer
que al principio no te vi,
es cierto que tardé unos diez segundos.

Y pensé
que "no podía ser él",
que iba a escribir en la página equivocada.

Pero me centré en ti,
olvidé mi alrededor,
la métrica del amor,

y comprendí
que un poema no cambia 
por diez u once versos.
Pero sí por unos besos. 

martes, 31 de marzo de 2015

Movida Madrileña






Quiero ser tu rock en Vallecas.

Tu maría favorita, y engancharte tanto o más que la otra.

Porque tú ya eres mi droga.

Quiero ser tu estación, aunque en el autobús ponga que para en Méndez Álvaro.

Que me vengas a ver al rastro, y ser el puesto que más te guste,

donde siempre encuentras todo eso que vas a buscar.

Un bar barato en las calles adineradas

y tu tipo de arte favorito en el Museo del Prado.

Quiero ser tu buen día paseando por el Retiro,

tu primera vista del Templo de Debod,

tu azotea secreta donde contemplar los tejados de Madrid,

y aún así, ser tu mejor vista.

Quiero ser una tarde de cañas en Malasaña.

Tu okupa favorita, la que resiste

y la que de tu corazón no la pueden desalojar.

Quiero ser tu historia de aquí, ya que en otro lugar no hay cabida.


Quiero ser la movida que tú tengas en Madrid.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Nuevo comienzo

El café estaba frío. Apenas eran las siete de la mañana, y la taza blanca que estaba sobre el hule desgastado que había comprado su madre en un “veinte duros”, cuando aún se llamaban así, le había traído a la mente su mirada. Unos ojos igual de marrones y, en ocasiones, igual de fríos. Y esos ojos, como el café, la quitaban el sueño.

miércoles, 22 de octubre de 2014




Adiós, amor.
No fuiste bueno, pero fuiste amor.
Y eso siempre tiene una parte de felicidad. 

viernes, 10 de octubre de 2014

De lo mucho que pienso en ti


Creo que la copa ya me sabe a agua
y fumar no me molesta
pues mi boca se ha convertido en ceniza
al perder contra la tuya su apuesta.

Es indiferente que te quedes o no vuelvas
cuando estás, para mi eres ausente.
Si te vas, no volverás por mucho que te ruegue.

Ya me destrozaste por dentro,
violaste todos mis cuentos.
¿Qué importa si me invento
un final feliz para lo que siento?

Tú nunca fuiste ese
y yo ni sé lo que fui
solo sé que por esta noche,
en esta cama, aquí, 
mataría por que estuvieras junto a mí.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Lo que este año haré

Pienso madurar, crecer y descubrir un poco más el camino que deseo seguir.
Pienso equivocarme, porque eso me acercará a la decisión correcta.
Pienso leer Rayuela, Yo también puedo escribir una jodida historia de amor, puede que 50 sombras de Grey si la soledad y las ganas de hacer el amor me permiten soportar la lectura y cualquier otro libro que se me antoje interesante a mí, no a quien me los recomiende.
Pienso encontrar trabajo, primero de lo mío, o al menos intentarlo.
Pienso quejarme muchísimo de lo mierda que es la situación actual ahora que me tocará vivirla.
Pienso aborrecer el trabajo y el contrato basura que la mayoría dice que acabaré teniendo, aunque aún me resiste a creerlo un poco.
Pienso amar y disfrutar cada segundo que pase con mis amigos, las cervezas que me tome con ellos después de salir de esa mierda de trabajo y agradecer tenerlo, porque sino los fines de semana no los disfrutaría tantísimo.
Pienso ir finalmente a Galicia a ver a Cris, después de 4 veranos diciéndola “este año si que voy”.
Pienso escribir de verdad, más que nunca, y mejor que nunca.
Pienso seguir adorando y viviendo el arte, y emocionándome con todo lo nuevo que aprenda.
Pienso aventurarme a irme de España un tiempo, no puedo seguir evitando el Inglés.
Pienso llorar cuando me vaya, y mucho.
Pienso llorar los primeros días que este allí.
Pienso dejarme encantar con todo lo nuevo que descubra, y realmente seré feliz en algunos momentos.
Pienso llorar cuando vuelva, porque extrañaré esa experiencia.
Pienso seguir enamorándome, de todo y de más cosas, pero no con más fuerza, porque no se puede.
Pienso seguir conservando a todos los grandes amigos que tengo, a los colegas con los que comparto buenos ratos y a todos los que no veo desde hace meses pero que siempre que coincidimos nos damos un abrazo.
Pienso ir a conciertos, es algo que me encanta y que jamás dejaré de hacer.
Pienso sentirme en más de una ocasión perdida y rallada por cualquier cosa, y pienso después afrontar el día siguiente con más fuerza.
Pienso hacerme respetar y no dejarme pisar por muy necesitada que esté de lo que sea, porque si no me respeto a mí misma, no esperaré que otros lo hagan.
Pienso no dudar porque las cosas no me salgan bien, ser optimista y ver el lado bueno de las cosas.
Pienso seguir con mi destino y ser feliz, aunque ahora no siga con un plan de estudios perfectamente cuadriculado y organizado.

Pienso recitar esta lista a todos los que me pregunten “¿y ahora que piensas hacer?”.